Electrólisis Percutánea

Electrólisis Percutánea en Rivas Vaciamadrid

La electrólisis percutánea es una técnica de fisioterapia invasiva mínimamente dolorosa que permite tratar lesiones tendinosas y musculares de manera rápida, eficaz y sin cirugía. Se aplica mediante una aguja guiada por ecografía que transmite una microcorriente galvánica, favoreciendo la regeneración del tejido dañado.

Es un tratamiento recomendado para personas con dolor crónico que no han obtenido resultados con la fisioterapia convencional.

¿Qué es la Electrólisis Percutánea (EPI)?

La electrólisis percutánea es una técnica innovadora de fisioterapia invasiva que acelera la recuperación de lesiones musculo-esqueléticas.

  • Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI®): Consiste en aplicar la corriente directamente dentro del tejido lesionado para estimular su reparación.
  • Electrólisis Percutánea Terapéutica (EPTE®): Variante con intensidades más bajas, diseñada para un tratamiento progresivo y menos molesto.

Ambos procedimientos se realizan siempre con control ecográfico para garantizar la máxima seguridad y precisión.

¿Cómo funciona la Electrólisis Percutánea Ecoguiada?

El procedimiento es sencillo y seguro:

  1. Localización de la lesión mediante ecografía.
  2. Inserción de una aguja estéril hasta la zona dañada.
  3. Aplicación de una corriente galvánica de baja intensidad.

Este proceso provoca una reacción controlada en el tejido que estimula la regeneración natural y reduce la inflamación.

Electrólisis Percutanea

Lesiones que trata la Electrólisis Percutánea

La electrólisis percutánea es altamente efectiva en lesiones crónicas y tendinosas, como:

  • Tendinitis rotuliana o “rodilla del saltador”.
  • Fascitis plantar.
  • Epicondilitis o “codo de tenista”.
  • Tendinopatía aquílea.
  • Lesiones musculares crónicas.

Beneficios de la Electrólisis Percutánea

Eficacia comprobada

Resultados visibles incluso en lesiones crónicas resistentes a otros tratamientos.

Recuperación más rápida

Permite volver antes al deporte o a la rutina diaria sin dolor.

Alternativa a la cirugía

Tratamiento mínimamente invasivo que evita procedimientos quirúrgicos.

Máxima precisión

Siempre realizado de forma ecoguiada para garantizar seguridad y efectividad.

Mejora el dolor desde la primera sesión

Muchos pacientes notan alivio inmediato tras el tratamiento.

Estimula la regeneración natural

Favorece la reparación del tejido dañado acelerando la recuperación completa.

Electrólisis Percutánea Intratisular en fascitis plantar

La fascitis plantar es una de las lesiones más comunes y dolorosas en deportistas y personas activas.
La electrólisis percutánea intratisular, aplicada de forma ecoguiada, ofrece una alternativa real y eficaz cuando los estiramientos, plantillas o la fisioterapia tradicional no han sido suficientes.

Con este tratamiento se consigue reducir el dolor desde las primeras sesiones y una recuperación funcional completa en pocas semanas.

Fisioterapeuta tratando fascitis plantar

Preguntas frecuentes sobre la Electrólisis Percutánea

El número de sesiones varía según la lesión y su gravedad. Generalmente, los pacientes empiezan a notar mejoría entre la segunda y cuarta sesión, aunque algunas lesiones crónicas pueden requerir más. El fisioterapeuta ajusta el plan según la evolución y la respuesta del tejido tratado.

La sensación durante la EPI puede variar, desde un ligero pinchazo hasta una sensación de molestia localizada. La intensidad depende del tipo de lesión y la sensibilidad individual, pero los profesionales adaptan la corriente para minimizar el dolor y garantizar la eficacia del tratamiento.

Sí. La electrólisis percutánea se suele combinar con fisioterapia convencional, ejercicios de rehabilitación, estiramientos y técnicas de fortalecimiento. Esta combinación favorece una recuperación más rápida y reduce el riesgo de recaídas, especialmente en deportistas que buscan volver al rendimiento completo.

La recuperación depende de la lesión y del estado general del paciente. Muchos deportistas experimentan reducción del dolor en pocos días y mejora progresiva de la movilidad. La recuperación completa puede variar entre 2 y 8 semanas, dependiendo de la zona afectada y la constancia en el tratamiento y ejercicios complementarios.

La EPI es un tratamiento seguro cuando lo realiza un profesional cualificado. Pueden aparecer molestias leves, inflamación temporal o hematomas pequeños en la zona tratada, que suelen desaparecer en pocos días. No existen efectos secundarios graves si se siguen los protocolos correctos.

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