Síntomas de artrosis cervical grave que no debes ignorar

La artrosis cervical, también conocida como espondilosis cervical, es una condición degenerativa que afecta a las articulaciones del cuello. Aunque puede parecer un problema menor al principio, cuando progresa a un estado grave, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. Detectar los síntomas a tiempo es esencial para evitar daños mayores en la columna vertebral o en los nervios que la rodean.

En los casos avanzados, los signos de esta patología no solo afectan la movilidad del cuello, sino que pueden extenderse hacia otras zonas del cuerpo. Por eso, entender y reconocer los síntomas de la artrosis cervical puede marcar la diferencia entre una vida funcional y una con dolor constante y limitaciones físicas.

¿Cómo identificar cuándo la artrosis cervical se ha vuelto grave?

Dolor persistente en el cuello y rigidez matutina

Uno de los primeros indicios que puede alertar sobre una artrosis cervical avanzada es el dolor constante en la zona cervical, incluso en reposo. A diferencia de molestias ocasionales por mala postura, en este caso el dolor suele ser más profundo, duradero y se acentúa con el movimiento.

La rigidez cervical al despertar también es común. Esta sensación puede durar desde unos minutos hasta varias horas, y suele aliviarse ligeramente con el paso del día. No obstante, en una fase grave, la rigidez permanece incluso después del movimiento, y puede impedir acciones cotidianas simples como girar la cabeza o mirar hacia arriba.

Hormigueo o debilidad en brazos y manos

Cuando la artrosis cervical afecta los nervios que salen desde la médula espinal hacia las extremidades superiores, es habitual experimentar sensaciones de hormigueo, adormecimiento o pérdida de fuerza en brazos y manos. Esto ocurre porque las vértebras deterioradas pueden ejercer presión sobre las raíces nerviosas.

Este tipo de síntomas no deben tomarse a la ligera. Si bien al principio pueden parecer leves o esporádicos, con el tiempo pueden derivar en una debilidad muscular progresiva. Es un claro signo de que el compromiso neurológico está presente y necesita atención médica inmediata.

Mareos y sensación de inestabilidad

Un síntoma menos conocido pero igualmente preocupante es la presencia de mareos o sensación de pérdida de equilibrio. En los casos graves de artrosis cervical, los cambios estructurales en las vértebras pueden afectar el flujo sanguíneo hacia el cerebro, sobre todo si se comprometen las arterias vertebrales.

Estos episodios pueden ser breves pero recurrentes, y se intensifican al mover el cuello bruscamente. En algunos pacientes, estos mareos se acompañan de visión borrosa o sensación de confusión, lo cual puede interferir directamente con las actividades diarias y generar un riesgo elevado de caídas.

Dolor irradiado hacia hombros y espalda alta

La artrosis cervical grave no se limita al cuello. A medida que la degeneración progresa, es frecuente que el dolor se irradie hacia los hombros, omóplatos e incluso la espalda alta. Esta extensión del dolor indica que no solo las vértebras están afectadas, sino también músculos y nervios adyacentes.

Este tipo de dolor suele empeorar al final del día o tras periodos prolongados en la misma postura. Muchas personas lo confunden con contracturas musculares, pero si se vuelve crónico o se acompaña de pérdida de movilidad, es momento de considerar una evaluación médica especializada.

Dificultades para tragar o hablar en casos severos

En casos muy avanzados y menos comunes, la artrosis cervical puede comprometer otras funciones corporales, como la capacidad para tragar (disfagia) o incluso hablar correctamente. Esto sucede cuando las estructuras óseas deformadas presionan tejidos blandos o nervios cercanos a la tráquea y el esófago.

Aunque no es un síntoma frecuente, su aparición indica un deterioro estructural severo que requiere atención urgente. Ignorar estos signos puede traer consecuencias más graves, incluyendo una pérdida significativa de funciones neurológicas y motoras.

Evalúa tu artrosis cervical con un enfoque fisioterapéutico

La fisioterapia especializada es una herramienta esencial para diagnosticar y tratar adecuadamente los síntomas de la artrosis cervical grave. A través de una valoración funcional detallada, el fisioterapeuta puede identificar alteraciones articulares, tensiones musculares y disfunciones posturales que muchas veces no se detectan en una simple imagen médica.

Un plan de tratamiento bien estructurado no solo contribuye al alivio del dolor, sino que ayuda a frenar el avance de la degeneración articular. Las técnicas manuales, el ejercicio terapéutico individualizado y la reeducación del movimiento son claves para mejorar la movilidad cervical y recuperar la calidad de vida sin recurrir a intervenciones invasivas. En Fisio&Sport, estamos especializados en el tratamiento de problemas cervicales crónicos y degenerativos, por lo que si presentas alguno de los síntomas mencionados, consultar con un fisioterapeuta cuanto antes puede marcar una gran diferencia.

Preguntas frecuentes sobre artrosis cervical grave

  • ¿La artrosis cervical grave siempre requiere cirugía?

No necesariamente. Existen tratamientos conservadores como fisioterapia, medicación o infiltraciones que pueden mejorar mucho la calidad de vida sin necesidad de cirugía.

  • ¿Puede la artrosis cervical afectar el sueño?

Sí. El dolor constante y la rigidez pueden interferir con el descanso nocturno, provocando insomnio o despertares frecuentes.

  • ¿Es lo mismo artrosis cervical que espondilosis cervical?

Sí, ambos términos se usan para describir la degeneración de las articulaciones del cuello, aunque “espondilosis” es más común en entornos médicos.

  • ¿Los ejercicios ayudan o empeoran la artrosis cervical?

Depende del tipo de ejercicio. Aquellos indicados por un profesional pueden ayudar mucho. Los movimientos bruscos o sin control pueden empeorar la situación.

  • ¿Se puede frenar el avance de la artrosis cervical?

No se puede revertir, pero sí ralentizar su progresión con tratamiento adecuado, cambios posturales, fisioterapia y control del estrés cervical.

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Fisioterapeuta y osteópata con más de 15 años de experiencia en el deporte de alto rendimiento y la práctica clínica. Especializado en fisioterapia invasiva y deportiva, ha trabajado con federaciones nacionales y clubes de élite en disciplinas como tenis, fútbol y hockey.

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